Cuando hace 23 años la ciudad de Louisville (Kentucky) vio nacer a Jennifer Shrader Lawrence, nadie se imaginaba que aquella rubia niña se convertiría en pocos años en una de las estrellas más brillantes de Hollywood. Si nadie podía imaginar eso,
mucho menos que con solo 23 años, la pequeña Jennifer tendría un Oscar, tres nominaciones y más de cincuenta premios de prestigio internacional (incluyendo dos Globos de Oro o el “Marcello Mastroianni” del Festival de Venecia). Pero Jennifer Lawrence lo tuvo claro desde un principio: quería ser actriz, y de las buenas.
Tras unos comienzos con trabajos ocasionales en el mundo de la televisión y participaciones secundarias en filmes como “Company Town” llegó el 2008 y con él papeles más importantes: “The Poker house”, “Garden Party” y, sobre todo, “Lejos de la tierra quemada”. En esta última cinta se ponía a las ordenes de Guillermo Arriaga y compartía cartel con Charlize Theron y Kim Basinger. Los primeros premios empezaban a llegar y la carrera de Jennifer Lawrence comenzaba su despegue.
A la alfombra roja con “Winter´s Bone”.
Tras varios trabajos en el cine independiente, el gran éxito de Lawrence llegaría de la mano de una película “indie” que acabó por grabarse en las retinas del gran público: “Winter´s Bone”. Con solo diecisiete años, Lawrence interpretaba en el filme a Ree Dolly, una joven obligada a asumir el peso de su familia en una zona rural de los montes de Missouri. Su padre, tras salir de la cárcel en libertad condicional, ha desaparecido misteriosamente y si Ree no lo encuentra perderá su casa (garantía de la condicional). El papel de Ree Dolly y su búsqueda en un entorno hostil y de violencia latente supuso una de las mejores interpretaciones de la década, así como la primera nominación al Oscar de la jovencísima Jennifer Lawrence.
De éxito en éxito.
Tras pequeñas participaciones en filmes minoritarios, pero atractivos (“Como locos”, “El castor”), en 2011 y 2012 llegarían dos papeles en sendas franquicias de éxito que llevarían a Lawrence a lo más alto de las taquillas de todo el mundo: el de Mística en “X-Men: Primera generación” y el de Katniss Everdeen en “Los juegos del hambre”.Centenares de millones de dólares, el reconocimiento del público y las alabanzas de la crítica hacían de Jennifer Lawrence, ya no una promesa de estrella, sino una realidad.
Con “El lado bueno de las cosas” llegaba el pasado año la segunda nominación a los Oscar de Lawrence. A las órdenes de David O. Russell (“The Fighter”) y acompañada de Bradley Cooper, Robert De Niro y Jacki Weaver, su papel de jovencita viuda y con problemas de estabilidad emocional suponía una veintena de premios, el primer Globo de Oro para el palmarés de Lawrence y, con solo 22 años su primer Oscar a la Mejor Actriz.
El presente y lo que viene.
Tres reventar las taquillas de todo el mundo con “Los Juegos del hambre: En llamas” (batien records de ventas en su primera semana en DVD) y lograr su tercera nominación a los Premios de la Academia gracias a “La gran estafa ameriana” (David O. Russell) la agenda de Lawrence está que arde. En el horizonte “Serena”, a las órdenes de Susan Bier y repitiendo junto a Bradley Cooper. Falta poco también para “X-Men: Días del futuro pasado” y para finales de año “Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 1”. Para el curso que viene quedan “The Glass Castle” (junto a Claire Dannes y Mark Ruffalo) y el cierre de la saga de “Los Juegos del Hambre”. El mundo está en sus manos.