El 27 de junio de 1966 nacía en nueva York un chico llamado Jeffrey Jacob Abrams, un jovencito con más talentos de los que nadie podría llegar a imaginar. Todavía siendo un niño, Abrams se trasladaba junto con su fmilia al otro lado del país, concretamente a la ciudad de Los Ángeles. El joven Jeffrey se encontraba en el lugar ideal, en el momento idóneo para potenciar sus innumerables talentos. Así las cosas, Abrams daba el primer paso en su formación ingresando en el Sarah Lawrence College. Acabado su paso por la prestigiosa escuela de Artes y Humanidades, el joven neoyorkino se transformaba en J.J. Abrams y comenzaba su exitosa relación con el mundo del cine como productor de “A propósito de Henry” o “Eternamente joven”, cintas en las que también ejercía como guionista. En 1998 firmaba el libreto de la exitosa película de Michael Bay “Armageddon”.
El rey de la televisión
El primer salto de calidad en la carrera de Abrams se producía gracias a la serie de televisión “Felicity”, donde ejercía como director, creador, guionista, productor e incluso compositor. Cuatro temporadas de éxito relativo que conducían los pasos de Abrams hacia el que sería su trampolín definitivo: la serie “Alias”. Protagonizada por Jennifer Garner, la serie de espionaje se convertía rapidamente en obra de culto gracias a los imprevisibles giros de su guión que hicieron las delicias de sus seguidores en las cinco temporadas que duró en pantalla. Abrams ya era un nombre destacado dentro de la industria audiovisual americana, pero todavía no había alcanzado su techo.
…Y llegó “Lost”
El vuelo de 815 de Oceanic Airlines se estrellaba en una isla desierta, pero la carrera de Abrams despegaba meteóricamente. La serie “Lost” se transformaba rápidamente en el mayor fenómeno televisivo de la historia. Millones de personas alrededor del mundo se convertían en aunténticos devotos de una serie que marcaba un hito en la forma de entender la televisión. Así llegaba su primera oportunidad de dirigir un largometraje con la tercera entrega de “Misión Imposible”, un éxito de taquilla para el debut de un J.J. Abrams que también ejercería como guionista y compositor. Su apretada agenda todavía le permitía seguir al frente de “Lost” e incluso crer una nueva serie de éxito: “Fringe”.
El nuevo Spielberg
Mientras el neoyorkino seguía creando series de televisión y cintas como “Monstruoso”, Abrams recuperaba una de las sagas cinematográficas más míticas de la historia con “Star Trek”. De esta manera, el director lograba el aplauso del gran público, de la crítica y de los difíciles fans de la saga. En la cresta de la ola, Abrams unía sus fuerzas a las de Steven Spielberg en el homenaje al cine de aventuras de los años ochenta, “Super 8”. Más y más éxito y una carrera que seguía ascendiendo cuando parecía ya imposible.
Este mismo verano llega a nuestras carteleras la segunda entrega de la saga “Star Trek” y acto seguido, Abrams se pondrá a la cabeza del Episodio VII de “Star Wars”, dando el relevo a George Lucas en el que será el reinicio de la saga galáctica despues de que Disney se hiciese con los derechos de Lucas Art.