El evangelio según Pasolini

Comunista, homosexual y ¿cristiano?… Una combinación explosiva que formaba parte del complejo carácter de uno de los directores italianos más personales de la historia. Pier Paolo Pasolini fue capaz de firmar Saló, una de la cintas más escandalosas de los años 70, con escenas que incluyen todo tipo de prácticas sexuales, coprofagia incluida,  y El Evangelio según San Mateo, una de las versiones más austeras y sentidas de la vida de Jesús.

Algunos dicen de él que fue ateo, otros, que fue católico… Es muy común leer que El Evangelio según San Mateo es “la visión de Jesús de un ateo”. Todavía hay muchas personas que no conciben que existan (o hayan existido) artistas comprometidos (con su causa) y revolucionarios capaces de reivindicar la figura de Jesús. ¿Contradicción? ¿Fue Jesús uno de los primeros revolucionarios de la historia occidental? Para Pasolini, sí. Tal vez conviene profundizar un poco más en la figura de este escritor, ensayista, poeta y cineasta para comprender que nos hallamos ante un artista que no se puede definir con un par de adjetivos. Contradictorio… O poliédrico, según se mire.

Dice la leyenda que Jesús de Nazareth murió hacia las 3 de la tarde del Viernes Santo. Así que hoy es un buen día recordar la cinta de Pasolini. Toda la programación se llena durante estas horas de películas sobre la muerte y resurrección de Jesús. En Hollywood se facturaron decenas de proyectos, algunos de ellos multimillonarios, que siguen llenando las pantallas cada Semana Santa. Hace pocos años, Mel Gibson se aventuró con su propia Pasión…

En 1964, Pasolini apenas había rodado un par de películas y algún documental. En su interesante ópera prima, Accattone, se nutría de elementos del neorrealismo italiano. Para El Evangelio según San Mateo, el autor nacido en Bolonia en 1922 siguió la misma línea tiñendo de ascetismo la historia sagrada. Pasolini se planteó seguir con fidelidad el texto sagrado y llevarlo a la gran pantalla. El resultado fue una película que cosechó gran éxito en el festival de Venecia y que fue aplaudida por la comunidad católica.

Pasolini no creía en la divinidad de Cristo, no era cristiano en el sentido tradicional del término, pero sí consideraba a este personaje como un prefigurador de los grandes revolucionarios de la historia. Y lo deja patente en su obra. El Cristo de Pasolini es bondadoso, pero puede ser terrible.

Más allá de la controvertida figura de su director, esta cinta es una muestra más de su peculiar estilo. Siempre amateur, sus películas acumulan fallos técnicos y narrativos, pero la poesía de su cine está presente en cada plano.

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