¿Se puede ser uno de los actores más grandes de los últimos 40 años y desaparecer del panorama sin que ninguno nos demos cuenta? Tristemente parece que eso es posible. Casi un centenar de películas a sus espaldas, siete nominaciones a los Premios de la Academia y un par de Oscar en sus en su estantería es lo que el inmenso Gene Hackman se lleva en su mochila. Con pocas palabras (nunca fue hombre de mucha charla) y un leve gesto con su sombrero, el regio actor se despedía en 2008 de la interpretación con una simple nota en la que decía “Me cansé”. No hacía falta nada más que eso. El hombre que se enfrentó al imperio de la droga o al temible pistolero William Munny, no requería de más explicaciones. Ni mala salud, ni elogios, ni reproches a nadie. Hackman nunca desperdició energías en cosas que no lo requiriesen.
Hoy Gene Hackman es un tipo de 87 años, pero sigue conservando la dura mirada que siempre le acompañó. Dedica su tiempo a escribir novelas históricas a a la pintura que siempre le apasionó. Pocos podrían decir al ver a este californiano, con sus pantalones vaqueros y su camisa de cuadros, que el cine de las últimas cuatro décadas no habría sido lo mismo sin su intimidadora presencia.
Un viejo amigo se acercó un día a casa del actor. La intención de era la de mantener una conversación que disuadiese a Hackman de su idea y conseguir un retorno a la gran pantalla. Hay que tenerlos bien puestos para sentarse ante los 190 centímetros de estatura del actor para pedirle explicaciones. No lo consiguió, pero al menos Hackman escuchó lo que el mundo del cine pensaba de su retirada y la añoranza por su regreso que existía entre los amantes del séptimo arte. Ese amigo era un tal Clint Eastwood. Ambos se había batido en duelo más de una vez y lo seguirán haciendo cada vez que William Munny entre en la cantina de “Sin Perdón” en busca de Little Bill. Ese fue el segundo Oscar del mítico intérprete. Antes había hecho lo propio gracias a su papel en “The French Connection”.
El hombre ciego de “El jovencito Frankenstein”, el Lex Luthor de “Superman”, el tipo que vivió “La Aventura del Poseidon” o que vio arder Mississipi, ha recogido su mochila, se la ha puesto a la espalda y ha salido por la puerta sin hacer ruido para no despertarnos. O quizá si. Quizá lo suyo haya sido más bien un ruido sordo. Sea como fuere, nos vemos en el infierno, Little Bill.
Tenía que ser Clint Eastwood quien fuera a buscarlo. No esperaba menos
Presto su voz para la intro del Lobo de Walt street
Facebook.com/malditolunes19a21