Tradicionalmente el cine se ha venido presentando como fiel, en mayor o menor medida al llamado “paradigma”. Tres actos, dos puntos de giro y esas cosas que suelen mostrarse en la base de cada filme. Pero de vez en cuando, aparecen ciertas obras dispuestas a pasarse las convenciones por los mismísimos nacasones, apostando por estructuras poco usuales o, si bien se obedece a la “normativa” básica estructural, afrontando ciertas temáticas desde puntos de vista poco usuales. La primera consecuencia de ello es una limitación en su público, pero un rasgo de sus seguidores resulta ser la devoción infinita hacia dichas cintas. Ya sea de manera instantánea o por efecto del tiempo, las diez integrantes de nuestra lista se antojan como cintas de culto imprescindibles para cualquier cinéfilo que se precie:
10. Memento (Christopher Nolan, 2000): Hoy conocemos a Christpher Nolan por ser el hombre que ha llevado a Batman al Olimpo del cine y que, mientras tanto nos ofrece “cositas” como “Origen” o “El Truco Final”, pero hubo un día en el que el director no aspiraba a abrir las aguas del Nilo. Con “Memento” el director nos presentaba a un hombre intentando esclarecer la muerte de su esposa mientras lucha con el inconveniente de que cada día al despertarse olvida todo lo ocurrido la jornada anterior. Lo mejor de Nolan.
9. Crash (David Cronenberg, 1996): No nos vamos a engañar. La película que se sacaba de la manga un hoy sobrio (moderadamente) director como David Cronenberg no es excesivamente agradable. Referirse a “Crash” como sombría y turbadora se queda corto, ya que la historia de James y Hellen y su obsesión por la asombrosa excitación que ambos sienten por situaciones cercanas a la muerte resulta difícil de describir. Obra cumbre del horror corporal.
8. Trainspotting (Danny Boyle, 1996): La adicción a la heroína de un grupo de escoceses a los ojos de Danny Boyle golpea en el corazón de los espectadores por lo cruentamente real. “La película de yonkis definitiva” sería un título poco elegante, pero acertado para el retrato del lado más sucio de la droga pintado por el director británico.
7. Terciopelo Azul (David Lynch, 1986): El maestro de loo extraño, David Lynch se marca con “Terciopelo Azul” su obra más hipnótica. Todo resulta poco usual y tendente al surrealismo, pero la curiosa intriga tejida por el director y la hermosa sensibilidad latente en cada uno de sus movimientos convierte a la cinta en un poderoso ejemplo de la incomparable calidad cinematográfica de Lynch.
6. Old Boy (Park Chan-Wook, 2003): El director coreano transforma su cinta en la más significativa exponente del cine de un país que irrumpió de manera arrolladora en el panorama mundial la últimas dos décadas. Brutal historia sobre la venganza enfocada desde la intriga y la incomprensión de un protagonista sobrepasado por si mismo.
Acertadas todas… Aunque Crash sea un poco sucia merece cobijo en la sección.
Un poco más actuales, recordar algo en común (una pequeña joya) y equilibrium, q por cierto, doce años después por fin sale doblada al castellano. La gente q no sepa q es anterior a Matrix quizás se lleve una pequeña decepción.
Oldboy podría considerarse como una de las mejores películas del cine
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Oldboy podría considerarse como una de las mejores películas del cine
Sobre gustos los coleres eh? Yo sólo salvo Old boy… 😉 las otras las he visto, pero sinceramente, no las volveré a ver..
Yo no se que entiende el que escribe esto por ” cintas de culto” , creo que equivoca los conceptos, aún faltan cinco, espero que alguna de ellas sea verdaderamente de “culto”, porque éstas, dando un pequeño valor a Trainsppoting y Old Boy, que son buenas películas, pero que no son de lo que se esta hablando.
Es q para mi de culto es otra cosa