“Nuestras películas están controladas por el director, mientras que en la competencia queda muy patente el sello del estudio, limitando la creatividad del cineasta”. con estas palabras, Greg Silverman, presidente de Warner Bros. (dueña de los derechos de DC cómics) convertía la guerra fría con Marvel en una batalla con todas las de la ley. La lucha que ambas compañías mantendrán durante los próximos año por el control del mercado cinematográfico de superhéroes se ha trasladado a los despachos de forma definitiva. De hecho, Kevin Feige no ha tardado en responder.
“Solo basta con mirar Iron Man y Iron Man 2, en ellas se ve la firma de Jon Fravreau. Kenneth Branagh dejó su sello en Thor y Capitán América: El primer vengador es claramente del estilo de Joe Johnston. Aunque el mejor ejemplo de esto es Guardianes de la Galaxia de James Gunn, y la que siempre me gusta destacar, Vengadores. Sabíamos la estructura general cuando nos sentamos con Joss Whedon, pero no quiero que penséis que le dimos la historia, solo le dijimos: ‘Así es cómo creemos que la cinta debe comenzar, aquí es cuando este personaje debe aparecer, sería divertido si esto ocurriera en el medio y al final un agujero aparece y los aliens inundan Manhattan. Él ha sido capaz de coger todos los elementos que le dimos -los que le obligamos a usar, si quieres verlo de esa forma- y él hizo lo que quiso. No habríamos contratado a ninguno de los directores que hemos fichado si les fuésemos a decir lo que tienen que hacer“.
Así las cosas, ambas compañías parecen haberse declarado la guerra de forma definitiva, lo que no les ha permitido ver que los velociraptores y bólidos los Universal les están adelantando sin que se den cuenta…