Nicholas Hoult tiene una cara particular. O más que una cara, son sus cejas las que dotan a su rostro de una personalidad única. Sus rasgos no me resultan especialmente atractivos, pero sí su talento, que hace de él uno de los mejores actores de Reino Unido y de su generación. Como es bueno en lo suyo, se ha abierto puertas a otro tipo de cine y ahora trabaja en proyectos tanto norteamericanos como de su país natal, aunque esto no fue siempre así.
“Skins” y Nicholas Hoult
Este chico inglés empezó entre los seis y los siete años en eso de la televisión. Su primera participación registrada en IMDB la encontramos en “Relaciones íntimas”, película de 1996 en la que trabajan Rupert Graves y Julie Walters. Quizá aquello fuera una señal que indicaba que no muchos años más tarde su nombre sería casi tan conocido como el de los propios actores protagonistas. Es muy posible que a una chica cualquiera entre los dieciséis y veinte años le preguntes por Nicholas Hoult y Rupert Graves para descubrir que solo sabe quién es el primero. Y no es que esté mal, Hoult pertenece a su generación.
Después de “Relaciones íntimas”, tiene varias participaciones en series y en películas que solo han trascendido para su carrera. Hay dos intervenciones a destacar, la de “Un niño grande”, co-protagonizada con Hugh Grant, y “El hombre del tiempo”, donde ya saltó el charco para interpretar al hijo de Nicolas Cage. La primera de las mencionadas fue realmente el trampolín que le dio el impulso que necesitaba su carrera, aunque no sería hasta cinco años más tarde cuando le llegara la verdadera fama merecida.
“Skins” ha sido el proyecto que más ha hecho por difundir el talento y la capacidad interpretativa de Nicholas Hoult, pues es a partir de aquí donde encontramos el verdadero despegue. Fue el gancho de “Skins” para atraer al público, aunque lo cierto es que esa serie se vendía por sí sola, al menos al principio. Hoult lideraba a un grupo de amigos muy variopintos que trataban de lidiar con su adolescencia y las clases por igual. Lo cierto es que “Skins” no es solo un drama de instituto; es la disección en televisión de lo que significa ser un adolescente, lo que quiere decir estar perdido entre ese punto angustioso que supone haber dejado de ser un niño, pero no llegar a ser tampoco un adulto. Por supuesto que las historias estaban engrandecidas por la necesidad de vender el producto y hacerlo atractivo: pocos fans tendría si la serie se limitara a mostrar cómo se explotan los granos o se tiran todo el día en internet actualizando el twitter con lamentos amorosos.
Pues bien, “Skins” hizo de su persona un elemento muy deseable. Tom Ford lo utilizó como modelo, pero también como actor secundario en su debut con “Un hombre soltero”, y Nicholas Hoult, que ya había estado con Hugh Grant y Nicolas Cage, compartió escenas con Colin Firth, otro icono británico. Además participó en el remake de “Furia de Titanes” y luego lo vimos haciendo de nerd en “X-Men: Primera Generación”. Solo entre estas tres últimas películas, vemos que el chico sabe cambiar de registro y no se ha quedado con el de estudiante popular y caradura.
Lo que queda por venir con Nicholas Hoult
A raíz de su bien merecida fama, nos lo encontraremos en más producciones venideras que, si bien se alejan del cine de autor y proyectos más sesudos, colaborarán para aumentar más su caché: “Memorias de un zombie adolescente”, que se estrenará dentro de poco, “Jack el Caza Gigantes”, donde encarna al héroe del popular cuento infantil o la secuela de “X-Men: Primera generación”. También hay otro proyecto en ciernes que implica a Nicholas Hoult, pero para eso tendrás que pinchar aquí.
Umm..! i love you Nicholas. <3 <3
Umm..! i love you Nicholas. <3 <3