Hace unas horas conocíamos la noticia de que Robert Downey Jr, más conocido como Tony Stark, más conocido como Iron-Man aparecerá en “Capitán América 3” después de varios meses de duras negociaciones con Marvel en las que el actor amenazó incluso con abandonar el papel. Lo que en un principio apuntaba apoco más que un cameo ha terminado por convertirse en uno de los proyectos más esperados del universo Marvel, ya que la cinta adaptará el famoso crossover “Civil War”, publicado en 2006.
Situada en el tiempo justo después de los acontecimientos de “Los Vengadores: La Era de Ultron”, la tercera entrega de “Capitán América” se centrará entonces en el apuntado cómic y, por consiguiente en la “Ley de Registros de Superhumanos”, según la cual todos los superhéroes deberán desvelar su identidad secreta. Dicha ley provocará una guerra entre los propios superhéroes, divididos entre los que están a favor, liderados por Iron-Man, y los contrarios, a los que encabeza El Capitán América. Así las cosas sería esta la película que acabe con la vida de El Capitán América o en la que se desvele la identidad de Spider-Man.
¿Cuál es entonces el acuerdo entre Robert Downey Jr. y Marvel que ha hecho cambiar de opinión al actor? Pues el hecho de convertir a su personaje en protagonista de la cinta, así como la suculenta cantidad de 40 millones de dólares de salario al que habría que añadirle algunas primas de más si “Capitán América 3” supera en recaudación a la anterior entrega de las aventuras de El Capi. Vamos, que un servidor se enfrentaría a Hulk por menos de la mitad.