Cuando pensamos en hacer una selección de películas de John Huston al estilo de la que habíamos hecho de Murnau nos dimos cuenta que no era posible. Son 48 cintas las que ha dirigido el director norteamericano. Aun así, nos tenemos que apretar el cinturón y dejarlo en 10, por lo que muchas se han de quedar fuera. Como ya nos hemos referido a El Halcón Maltés iniciamos nuestra selección en 1948…
El tesoro de Sierra Madre (1948). Se trata de una las películas más importantes del cine norteamericano de finales de los años 40 y todo un hito en las cintas sobre la fiebre del oro. John Huston dirigía su cuarta película, pero ya tenía una gran experiencia como asalariado de grandes estudios de Hollywood. Rodó esta cinta al lado de su padre, Walter Huston, al que siempre consideró como su mayor referente.
Junto a Walter, que se llevó el Oscar a mejor actor secundario, estaban Humphrey Bogart y Tim Holt. Resulta curioso el papel de Bogart en esta película ya que no es, ni mucho menos, el héroe de la cinta. Fue el segundo gran éxito de la carrera de John que se llevó el Oscar a mejor guión y a mejor director. No estaba mal para ser su cuarta cinta detrás de las cámaras. Como anécdota podemos decir que en esta película se popularizó el baile al estilo buscador de oro…
Cayo Largo (1948). No es la mejor película de género negro de los años 40, pero sí una de las más populares. La pareja Bogart-Bacall aseguraba buenos números en taquilla y eran personajes que se adaptaban a la perfección a esta clase de género (Tener y no tener, El Sueño eterno). Si a ellos le añadimos a Edward G. Robinson, uno de los actores más populares de su época y gánster arquetípico, junto a la dirección siempre eficaz de John Huston, tenemos como resultado una cinta notable de un género que triunfó en aquella década. No obstante, Cayo Largo queda un poco por debajo a nivel de calidad con respecto a la siguiente incursión de Huston en el género negro…
La jungla de asfalto (1950). Película fundamental de la historia del cine estadounidense, la séptima película de John Huston alcanza la categoría de mito. No estaba Humphrey ni Edward G. Robinson. Pero por la jungla de asfalto anda un tal Sterling Hayden, uno de los actores más peculiares de la etapa clásica de Hollywood. Hayden, famoso por películas como Johnny Guitar o Teléfono Rojo, crea un personaje inolvidable al lado de secundarios de lujo como Sam Jaffe o Marilyn Monroe en uno de sus primeros papeles de cierta importancia, en el mismo año en que también apareció en Eva al Desnudo.
La jungla de asfalto es un sobrio y eficaz tratado sobre el género negro y de robos con una magnífica galería de tipos humanos. Huston aplicó su habitual ración de economía de medios dejando la cinta reducida a lo esencial. El desenlace de la película la convirtió en un mito.
La reina de África (1951). En tan solo tres años, a Huston le dio tiempo a dirigir un puñado de películas, y casi todas buenas. El engranaje hollywoodiense estaba perfectamente engrasado y salían películas como churros (y bastantes buenas). A un autor de la actualidad le lleva unos tres años, como mínimo, hacer una película… Eran otros tiempos.
La Reina de África es una de las cintas más populares de Huston, aunque no es, ni mucho menos, de las mejores. No obstante debemos citarla aunque solo sea para referirnos a esta anécdota. Debido a un problema con el agua, todo el equipo de rodaje se puso enfermo durante su estancia en África. Todos menos John Huston y Humphrey Bogart… Ellos no bebían agua. A pesar de tratarse de una apreciable cinta de aventuras, la falta de química entre Humphrey y Hepburn lastra el resultado final de la historia.
Moby Dick (1956). No todo fue coser y cantar en la trayectoria de John Huston. A medida que su carrera avanzaba comenzó a tener dificultades con algunos proyectos y algunas de sus películas no eran bien recibidas. Pero el fuerte carácter de Huston, cínico y pragmático, al menos con sus negocios, le facilitó no venirse abajo ante los fracasos. Muchos dudaron de su intención de llevar Moby Dick a la gran pantalla. Contó con el famoso Ray Bradbury como guionista y con Gregory Peck como Capitán Ahab. Orson Welles, siempre con un pie dentro y otra fuera de Hollywood también formó parte del reparto. ¿Resultado? Una película curiosa e interesante dentro la filmografía de Huston en la que destaca, especialmente, el papel de Gregory Peck.